miércoles, 21 de marzo de 2012

Reflexión sobre la Semana Santa de 2011



Fue en la que un  mayor número de cortejos se quedaron sin hacer estación de penitencia a causa de las inclemencias meteorológicas, que yo recuerde; y me llamó poderosamente la atención el hecho de que a partir del miercoles santo y hasta el sábado solo salieron de sus iglesias tres imágenes de Cristo curiosamente resucitados, detallo: El Hijo de Dios en el misterio alegórico de la Santísima Trinidad, salió aunque por poco tiempo, teniéndose que volver por sus propios pasos, los otros dos pasos de dicha hermandad no llegaron a salir. El también alegórico Varón de Dolores de la hermandad del Sol, que culminó su estación con ciertas dificultades. Y por último Jesús resucitado de la hermandad de la resurrección que lo hizo triunfalmente el domingo en olor de multitud pues en esta ocasión resplandeció un sol, nunca mejor dicho, de justicia.
Será una llamada a la reflexión ( burgo tirón de orejas) del Hacedor para con nosotros dada la importancia de la resurrección de su Hijo, querrá que lo conmemoremos vivo, querrá que lo mantengamos vivo en nosotros, o, querrá que atendamos a los Cristos vivos que se encuentran entre nosotros.
 Sin el culmen de la resurrección no hubiera tenido sentido ni la pasión ni la muerte, con independencia de la inmolación para la redención, por lo cual, mientras pueda y Dios me lo permita no faltaré a la cita para ver la cofradia que debiera ser la mas importante, en la que saliera una representación de todas las hermandades; en los tiempos actuales se reunirían mas gente para ver a alguien resucitado, que los que hubieran asistido al entierro de esta  misma persona.

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