viernes, 6 de noviembre de 2009

Mis Fantasmas Benditos

Cuaresma de mi infancia recordada por cinco o más fantasmas deambulando por la casa.
Sus primeras apariciones las hacían de unos baúles donde permanecían guardados durante el resto del año.
Más tarde pasaban a cambiar de dueños, del primer hermano para el segundo, del segundo para el tercero, y así sucesivamente hasta llegar al pequeño. La verdad que la cosa era un poco más compleja, porque en el cambio participaban primos, tíos e incluso algún vecino.
Oír a mamá comentar con mis tías y abuelas "La de tal está para cual que ni pintada" o "Hay que ver como ha crecido este niño, a ver, por curiosidad, pruébale la de su tío".
Después del trasiego, los fantasmas, aparecían en la máquina de coser de la abuela, quién se encargaba de arreglar o hacer de nuevo. Mi abuela, como otras muchas abuelas, paso a hacer túnicas a los angelitos, allá en el Cielo (suena infantil, es como lo siento) afortunadamente quedan abuelas que mantienen la tradición de hacer túnicas y con ellas un grupo de señoras, más jóvenes, sirva como homenaje a las mujeres de nuestra Hermandad, entregadas a dichos menesteres.
Después aparecían (la cosa va de apariciones) en el lavadero, a continuación, dispuestas de mayor a menor, en el tendedero del jardín, más tarde en una mesa-camilla para ser planchadas (eso de las lavadoras y plancheros es más moderno) y por último colgadas por fuera de los roperos; y ésto hacía que cuando despertaba cada mañana fuera lo primero que penetrase por mis ojos, osea, que en Cuaresmas me acostaba y me levantaba con mis benditos fantasmas
A mi abuela, madre y tías, entre ellas "Mi Chacha de mi alma" y a todas las madres, abuelas, madres y tías que hacen que el Lunes Santo, los cofrades de San Gonzalo tengamos que cerrar los ojos encandilados por el resplandor del blanco de nuestras túnicas y lo abramos con lágrimas de alegría sabiendo que es Lunes Santo y una vez más acompañaremos a Cristo, Hijo de Dios Bendito y a su Madre, nuestra Virgen bonita de la Salud.

Romu Puelles

1 comentario:

Anónimo dijo...

benditos fantasmas